Interesado por el fenómeno de la radiactividad, Ernest
Rutherford (1871-1937) estudió los rayos emitidos por los materiales
radiactivos, determinó su naturaleza y estableció una clasificación entre ellos
denominándolos rayos
, rayos
y rayos
. Los rayos
correspondían a partículas cargadas positivamente, los rayos
eran chorros de electrones y los rayos
consistían en ondas electromagnéticas semejantes a la luz, pero mucho más energéticas.
, rayos
y rayos
. Los rayos
correspondían a partículas cargadas positivamente, los rayos
eran chorros de electrones y los rayos
consistían en ondas electromagnéticas semejantes a la luz, pero mucho más energéticas.
Sus investigaciones sobre las partículas
le llevaron a identificarlas como átomos de helio que habían perdido sus electrones. Esta idea de relacionar partículas positivas con fracciones de átomos le permitiría más tarde descubrir el protón como la parte positiva (núcleo) del átomo más sencillo, el de hidrógeno.
le llevaron a identificarlas como átomos de helio que habían perdido sus electrones. Esta idea de relacionar partículas positivas con fracciones de átomos le permitiría más tarde descubrir el protón como la parte positiva (núcleo) del átomo más sencillo, el de hidrógeno.
Después de comprender su naturaleza, Rutherford decidió emplear
las partículas
como instrumentos para la investigación de la materia. Bombardeó una delgada lámina de oro con partículas
procedentes de materiales radiactivos observando que, en su mayor parte, las partículas atravesaban la lámina sin sufrir desviaciones y sólo una pequeña fracción era fuertemente desviada. Estos resultados hacían insostenible un modelo compacto de átomo como el propuesto por Thomson y apuntaban a otro en el cual predominasen los espacios vacíos sobre los llenos.
como instrumentos para la investigación de la materia. Bombardeó una delgada lámina de oro con partículas
procedentes de materiales radiactivos observando que, en su mayor parte, las partículas atravesaban la lámina sin sufrir desviaciones y sólo una pequeña fracción era fuertemente desviada. Estos resultados hacían insostenible un modelo compacto de átomo como el propuesto por Thomson y apuntaban a otro en el cual predominasen los espacios vacíos sobre los llenos.
Tomando como base los resultados de sus experimentos, Rutherford
ideó un modelo atómico en el cual toda la carga positiva y la mayor parte de la
masa del átomo estaban situadas en un reducido núcleo central que denominó núcleo atómico. Los electrones atraídos por
fuerzas electrostáticas girarían en torno al núcleo describiendo órbitas
circulares de un modo semejante a como lo hacen los planetas en torno al Sol, por
efecto en este caso de fuerzas gravitatorias.
El
átomo nucleado de Rutherford, también llamado modelo planetario por su
semejanza con un diminuto sistema solar, consiguió explicar los resultados
obtenidos en la dispersión de partículas por láminas metálicas. Según este modelo, la mayor parte de las partículas
atravesarían los átomos metálicos sin colisionar con el núcleo. La poca densidad de materia de la envoltura electrónica sería una barrera despreciable para este tipo de partículas. Sólo en el caso poco probable de que el proyectil encontrase un núcleo de oro en su camino retrocedería bruscamente debido a la mayor masa de éste.
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